Una investigación reciente, que aparece en la revista Neurology del 12 de enero, sugiere que las personas mayores que tienen un deterioro leve de su memoria y que han usado parches de nicotina para dejar de fumar, han logrado una mejoría en su padecimiento cognitivo.
De momento la investigación bajo la dirección del doctor Paul Newhouse, director del Centro de Medicina Cognitiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, es preliminar y sólo participó un número reducido de personas.
Estudios previos han demostrado que existe una conexión directa entre la nicotina y las funciones cerebrales, así es como algunos fumadores refieren que al fumarse un cigarrillo pueden prestar más atención. Sin embargo, en aquellos individuos que ya padecen de un problema para prestar atención no funciona de igual manera.
Para el estudio se contó con 74 adultos mayores que fumaban y poseían problemas cognitivos leves. De ellos, a 34 se les suministraron parques de nicotina en una concentración de 15 miligramos diarios y a 33 se les administró parches de placebo, durante un tiempo de seis meses; los otros siete no terminaron el estudio.
Los participantes del estudio no tenían un nivel avanzado de enfermedad como para ser diagnosticados con Alzheimer, pero en ciertos momentos perdían la memoria a tal punto que era notorio por parte de las personas que los rodeaban. Estas personas repetían sus palabras, diciendo lo mismo una y otra vez, o también olvidaban algo que les habían dicho, incluso, cometían errores al hacer sus cálculos al hacer un cheque.
En la fase inicial de la investigación se realizaron pruebas de cognición y memoria a los individuos, repitiéndolas a los tres meses, y luego a los seis meses.
Estas pruebas arrojaron como resultado que los pacientes que habían usado parches reales rindieron mejor a nivel de memoria y atención, que aquellos que estaban bajo el uso del placebo, aunque las diferencias entre ambos grupos no fueron abismales.
En cifras, el grupo de parches de nicotina recuperó la memoria en un 46 por ciento a largo plazo, mientras que el grupo del placebo, obtuvo una disminución del 26 por ciento en la memoria.
Como efecto secundario se encontró la pérdida de peso en los pacientes, pero no se logró claridad si este aspecto se estabilizaría con el correr del tiempo.
Es preciso anotar que no se puede recomendar aún el uso del tratamiento con nicotina para la pérdida de memoria, pues es necesario consultarlo con el médico que esté tratando al paciente.0